El 31 de agosto de 2020 fue noticia en prensa la evacuación de todos los pacientes de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital provincial de Teruel «Obispo Polanco» tras detectarse colonias del hongo Aspergillus en estas salas reservadas a pacientes muy graves o críticos en un control rutinario.
El hongo Aspergillus , un patógeno oportunista, puede dar lugar a cuadros infecciosos, que pueden resultar especialmente graves en pacientes inmunodeprimidos o con patologías respiratorias de base. La infección causada por este hongo se denomina aspergilosis y puede presentar diversas características y grados de gravedad, desde reacciones alérgicas de escasa entidad a afecciones pulmonares o, en los casos más críticos, una infección invasiva en el organismo que puede ocasionar la muerte.
Se conocen unas 900 especies de Aspergillus, clasificados en 18 grupos, de los que solo 12 se relacionan con enfermedades humana: Aspergillus fumigatus (85%), A. flavus (5-10%), A. niger (2-3%), A. terreus (2-3%), A. versicolor, A. nidulans, A. glaucus, A. clavatus, A. cervinus, A. candidus, A. flavipes y A. ustus.
Los factores que hacen que sea patógeno son, entre otros:
– El pequeño tamaño de sus esporas que permite que sean aspiradas y que puedan causar infección en el pulmón y en los senos paranasales.
– Su capacidad de crecer a 37ºC, lo que les hace idóneos para afectar al ser humano.
– Su capacidad de adherencia a superficies epiteliales y posiblemente endoteliales y su gran tendencia a invadir los vasos sanguíneos.
– La producción de un gran número de productos extracelulares tóxicos para las células de los humanos como elastasa, restrictocina, fumigatoxina, y otras temidas micotoxinas.
Los Aspergillus los podemos encontrar en cualquier lugar, bodegas, sótanos, cuevas, granjas, macetas y plantas; especies como la pimienta, excrementos de las aves y maderas húmedas son fuentes clásicas de Aspergillus.
El análisis del ambiente sanitario manifiesta que la presencia de Aspergillus es extremadamente variable y que en ocasiones las esporas pueden persistir durante meses. Los reservorios más habituales son:
– Sistemas de ventilación contaminados por polvo.
– Humedades en: paredes, maderas, etc.
– Plantas o flores.
– Conductos de aire contaminados con excrementos de pájaros.
Clean-Biotec realiza controles rutinarios en quirófanos y consultas médicas de mohos y levaduras con determinación de aquellas especies que resultan patógenas. De esta manera, se garantizan que los sistemas de ventilación y desinfección de salas son eficientes y se previene el contagio por hongos indeseables.
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