La biodiversidad de los suelos y sus interacciones abióticas y bióticas determinan su multifuncionalidad: Las complejas redes tróficas del suelo reciclan los nutrientes, descomponen la materia orgánica, secuestran el carbono, regulan y filtran el agua, proporcionan hábitat, materias primas y alimentos, remedian los contaminantes y aumentan las reservas genéticas.