La aplicación potencial del cultivo de la biodiversidad fúngica del suelo para mejorar la calidad del suelo y aumentar la productividad de los ecosistemas agrícolas se destaca como un desarrollo nuevo y muy prometedor en la productividad de las plantas, llegando a denominarse «la segunda revolución verde». La aplicación de este tipo de soluciones ofrece una alternativa al actual uso excesivo de fertilizantes hacia manipulaciones más sofisticadas de la productividad de las plantas.
Los hongos participan en la descomposición de la materia orgánica y aportan nutrientes para el crecimiento de las plantas. Su papel es muy importante en la protección de las plantas contra microorganismos patógenos como agentes biológicos, lo que influye en la salud del suelo. La evaluación de la biodiversidad fúngica como indicadores de calidad no puede limitarse únicamente a la determinación de índices de biodiversidad, sino que también debe incluir un análisis de la estructura de la población fúngica para determinar las funciones que desempeñan afectando a la calidad del suelo y a la salud de las plantas.
El uso de distintos tipos de abonos orgánicos tiene una gran influencia en la salud del suelo, a través de efectos indirectos (es decir, mediante cambios en las características fisicoquímicas) y de un efecto directo en las comunidades fúngicas del suelo.
https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fmicb.2018.00707/full